Participar en una feria no significa únicamente asistir a un evento y esperar a ver los resultados. Se trata de una acción que requiere una rigurosa planificación estratégica.
Uno de los elementos más importantes y que más
coste nos puede suponer es el stand, por eso es indispensable que conozcamos de
antemano algunas claves para no equivocarnos con el montaje y el diseño.
Según el manual del Grupo
Planner, perteneciente a la multinacional Reed Exhibitions,
éstas son las consideraciones a tener en cuenta a la hora de montar un stand
para una feria.
TAMAÑO DEL STAND
Cómo criterio básico para permitir una
adecuada actividad comercial, el cálculo de espacio necesario tiene que
considerar el número de representantes de la empresa que atenderán el stand en
los momentos “punta” y estimar para cada uno un espacio mínimo de 9 m2 y, si el
presupuesto lo permite, 16 m2 o más, para garantizar suficiente comodidad y
confidencialidad a los visitantes.
UBICACIÓN
Para seleccionar la ubicación en una
feria estudie concienzudamente el plano (pida siempre el oficial más
actualizado) del salón. Si no es posible elegir lo mejor (área central, zonas
de llegada y salida de visitantes, especialmente en la planta de acceso,
pasillos centrales, posibilidad de poner un stand “isla”, el mejor tipo si el
presupuesto lo hace posible), consulte a la organización y procure situar su
stand junto a los espacios que, según los organizadores, atraen visitantes; tales
como salas de programa, cafeterías (salvo si generan aglomeraciones y colas) y
zonas de descanso o áreas de negocio; o cerca de algún gran expositor.
·
EL MENSAJE DEL STAND
El diseño y la decoración de un stand
deben distinguirlo del resto y llamar la atención pero sin estridencias
negativas (ojo a los códigos locales de interpretación de colores, formas y
símbolos). Y, sobre todo, facilitar la percepción y la comprensión de un
mensaje simple y eficaz que comunique el (o alguno más) importante beneficio
(la ventaja, la virtud o la especial utilidad de sus productos o servicios) que
lo expuesto ofrece a su público objetivo. Asegúrese de que el visitante que le
interesa puede ver fácilmente, y asimilar rápidamente (en segundos), la
información clave que le induzca a visitar su stand.
·
EL PÚBLICO OBJETIVO
Si se diseña el stand para que atraiga
a todo el mundo, lo que se conseguirá es que no tenga un significado relevante
para el público objetivo y, así, dificultar la selección de los visitantes que
importan de entre los que no interesan. A este respecto, conviene tener en
cuenta que, si bien la mayoría de los visitantes de una feria tiene diferentes
grados de influencia en las decisiones de compra, puede calcularse en torno a
un 30 por ciento el porcentaje de los que son los compradores auténticos
(quienes tienen la capacidad final de decidir) y que no será mucho mayor del 15
por ciento el número de los que pueden ser sus lógicos clientes.
·
ELEMENTOS DE DISEÑO
La estructura y sus colores
(preferiblemente neutros) de un stand no deben competir con los principales
mensajes ni obstaculizar su comunicación; tampoco deben dominar sobre el
contenido expuesto y minimizar su importancia (en ambos casos, lo oportuno es
todo lo contrario). También es importante que no existan barreras visuales para
la percepción del conjunto expuesto (y mucho menos, de los elementos de
comunicación), ni físicas que disuadan al visitante. Procure que el stand sea
un espacio “abierto” (incluso cuando, por alguna razón especial, se escoge un
stand del tipo “cerrado” por fuera), bien iluminado, limpio (siempre
fundamental), organizado, que permita una fluida circulación, con colores de
fondo neutros (salvo razones especiales en contra), que inspire bienvenida y
facilite la comunicación personal.
·
LA JUSTA MEDIDA
Los elementos gráficos (textos, colores
y representaciones gráficas) deben ser los justos para destacar los mensajes
que motiven la visita del público objetivo (en un stand, menos es más). Al
mismo tiempo, deben ser lo suficientemente llamativos y de bastante tamaño (en
grandes paneles, murales o paredes prefabricadas) como para que le distingan de
los que le rodean, capten rápidamente al visitante (en 7 segundos) y aumenten
su impacto en él. Deben ser pocos, limpios, con el menor texto posible, estar
bien iluminados y ser fáciles de leer a una distancia mínima de cinco metros.
La norma de lo justo vale también para fotografías y otras imágenes. Utilice
sólo las que sean excelentes (preferiblemente, que transmitan información o
contenidos emotivos sobre sus productos o servicios), y deles importancia con
un gran tamaño. Si es posible, incorpore buenos audiovisuales que interesen y
motiven al visitante y contribuyan a un mejor recuerdo de su visita.
·
LA VISIBILIDAD DE LA MARCA
No se debe ser cicatero con el logotipo
(o con el rótulo, en la medida en que lo permita el reglamento) de la empresa
expositora, el cual debe poder ser visto desde lejos (y desde muy cerca) y
desde todos los ángulos, lo cual interesa especialmente en el caso de los
visitantes que buscan su stand. Sin embargo, a menos que su compañía (o la
marca con la que se presenta) esté entre las muy notorias de su mercado no haga
con la presentación del logo de la empresa una exhibición como la que pueden
hacer las compañías más notorias, en detrimento del mensaje que pueda atraer a
sus potenciales clientes. Sin embargo, cuide de que los datos de contacto y del
sitio web de la empresa son claramente visibles en todo el stand.
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